Cuentos para leer VI-A. Doña cigüeña y doña zorra solían verse de vez en cuando. Les gustaba hablar un rato y compartir historias. Pero a la zorra, doña Cigüeña le parecía demasiado presumida, y un día pensó en gastarle una broma. Así, avisó de que iría a visitarla a su casa y después de hablar un rato, le dijo: – Es estupendo poder hablar contigo, Cigüeña. Estoy pensando en que sería fantástico que vinieras mañana a comer a mi casa. – Oh, ¡pues yo encantada! - contestó la cigüeña. Y así quedaron en que doña Cigüeña visitaría a doña Zorra al día siguiente. Doña Cigüeña estaba muy contenta, y acudió a comer con sus mejores galas a casa de doña Zorra. Allí estaba ella esperando, con la mesa puesta y una suculenta sopa servida en dos platos grandes. La Zorra disfrutó de la comida, lamiendo la sopa con la lengua. La pobre cigüeña, sin embargo, con su pico largo y estrecho, no era capaz de pillar nada de sopa, y no pudo probar bocado, pero como era m...