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Mostrando las entradas etiquetadas como Cuentos narrados VIII-A

Cuentos narrados VIII-A

Presentación interactiva. Esta es una presentación interactiva realizada con Genially en la que podrás encontrar una selección de ocho cuentos narrados, si los escuchas tranquilamente te harán pensar y reflexionar.

El camello y el poste

 Cuentos narrados VIII-A. Este cuento ilustra de que forma los límites no los impone la realidad, sino nuestras propias creencias. Somos como el camello, atados sin cuerda a nuestra mente. Hay muchas personas que viven atada s a una forma de percibir el mundo, solo con los ojos que nos enseñaron nuestros padres o el entorno mas cercano que nos rodea, pero debemos ir aceptando los cambios que se dan a través del tiempo, para poder ver, con otros ojos lo que tenemos frente a nosotros; las cosas son las mismas, pero solo basta observarlas bien para darnos cuenta de que son diferentes.

La lechera

Cuentos narrados VIII-A. Los valores que esta fábula de Samaniego transmite son: El valor de la prudencia.  Y por qué debemos usar el sentido común sin perder la capacidad de soñar. Es bueno soñar, pero sin ‘perder el norte’. Soñar es fabuloso, sobre todo, porque nos ayuda a ilusionarnos y a seguir luchando por nuestro objetivo. Pero soñar demasiado puede hacernos tropezar, como le pasó a la lechera. Al fantasear, perdemos la concentración en lo que estamos haciendo, y somos, por lo tanto, más vulnerables.  Hacer planes de futuro sí, pero un futuro no muy lejano y sin olvidarnos de que hay que vivir el presente. No esperes demasiado del futuro si te ausentas del presente. Lo mejor es ir poco a poco y vivir el momento para hacer lentamente planes de futuro. Podemos tener nuestros sueños, pero no debemos olvidar usar el sentido común y sobre todo la prudencia para no estropear nada por el camino.

Los patos y la tortuga

 Cuentos narrados VIII-A. Los valores que transmite esta fábula son: El valor de la solidaridad. Por qué debemos evitar la vanidad. La importancia de obedecer ciertas normas. El valor que frena la vanidad es la humildad. La gratitud como valor esencial hacia quienes nos ayudan. La vanidad a veces nos hace cometer actos imprudentes y olvidar consejos muy importantes. Cuidado con la vanidad porque te hace perder la razón, la razón y la memoria… porque la vanidad anuló en la tortuga la sensatez y por un momento olvidó lo importante que era el consejo que los patos le habían dado. Es obvio que, si te agarras a un palo y te sueltas, te caerás, pero la vanidad es capaz de anular el sentido de la prudencia y cegarnos de tal forma que no caigamos en la cuenta del peligro al que nos enfrentamos. Si la tortuga hubiera sido un poco humilde, no hubiera sentido la necesidad de jactarse delante de todos acerca de lo bien que se sentía volando.

El mono y el gato

 Cuentos narrados VIII-A. De esta fábula, nació la famosa expresión ‘sacar las castañas del fuego’. Está claro que el gato quiso adular al mono, y cayó sin querer en su trampa. Al final el único que salió ganando fue el mono, porque el gato después de haber hecho el trabajo ‘sucio’, no consiguió absolutamente nada. Y de aquí, de esta fábula, parte la expresión ‘sacar las castañas del fuego’, que se usa cuando alguien soluciona el problema de otro y hace el ‘trabajo sucio’ mientras que es el otro realmente el que sale beneficiado. «No quedan más gustosos los que por complacer al poderoso, les adulan el gusto, porque al final, terminarán cosechando un susto».  

El pastor mentiroso

 Cuentos narrados VIII-A. Los valores que transmite la fábula del pastor mentiroso son: La importancia que tiene el valor de la sinceridad. Por qué no debemos mentir. Las bromas dejan de serlo cuando el otro se molesta y no se divierte con ellas. Esta fábula de Esopo tan corta tiene en realidad mucho que ofrecernos. Y curiosidades… como, por ejemplo, que, a raíz de esta fábula, comenzó a utilizarse la frase: ‘¡Que viene el lobo!’ para alertar de un peligro.  Fíjate lo que le pasó al pastor por mentir. ¡Perdió toda credibilidad! De esta forma, ya nadie confiaba en él, y aunque dijera una verdad, no le creían. Por eso es tan importante ser sincero. Si tiendes a decir mentiras, nadie creerá en ti, y será muy difícil deshacerte de esa ‘etiqueta’.

Las hienas

 Cuentos narrados VIII-A. Con esta fábula africana podemos reflexionar acerca de:  La sinceridad y la mentira. El valor de compartir frente al egoísmo.  Por no querer compartir el cabrito, la hiena mintió y lo peor de todo es que se creyó su propia mentira. La mentira tiene un gran poder y una tremenda capacidad para hacerse pasar por verdad, sobre todo cuando se repite muchas veces. También cuando se ‘disfraza’ y por supuesto, tal y como sucede en esta fábula, cuando un buen número de personas (en este caso, hienas), deciden creerse la mentira. 

El asno y el lobo

 Cuentos narrados VIII-A En esta fábula corta están presentes los siguientes valores:  · El valor de la prudencia para evitar riesgos.  · Cómo usar el ingenio para salir de un problema.  · La sinceridad y el engaño.  Si tienes un objetivo, nunca pierdas la concentración en él. La atención y la concentración te ayudan a lograr un objetivo. Si el lobo no se hubiera dejado engañar por el asno, hubiera obtenido su botín. Al principio, tenía un objetivo, pero perdió el foco de su objetivo al acceder a la petición del asno, que en verdad fue muy, pero que muy astuto.

El asno intruso

 Cuentos narrados VIII-A. Esta fábula india, ‘El asno intruso’, gira en torno a un dicho popular que debemos recordar siempre: ‘No te metas donde no te llamen’. Se han escrito muchos refranes al respecto para alertar de lo que puede suceder cuando alguien se entromete en asuntos que no son de su incumbencia.  Si te metes donde no te llaman, podrás salir escaldado. Debemos usar la razón y ser prudentes. Cuando alguien tiene un cometido o responsabilidad, dicho cometido o responsabilidad es de esa persona, y no nuestra. Si intentamos hacer su trabajo o librarle de la responsabilidad, puede que los demás no lo entiendan como una ayuda, sino como una intromisión, y la cosa no acabe como esperábamos.  La gratitud es para quien se la merece.