Ir al contenido principal

La grulla y el cangrejo. Para leer

 Cuentos para leer VI-A.

Buscaba peces en un lago una vieja grulla, que cansada, decidió usar la argucia y el ingenio para no tener que hacer tanto esfuerzo. 

Un día, al ver que tenía cerca un pequeño estanque, se le ocurrió una idea, y dijo a los peces y a un cangrejo del pantano: 

– Es mi deber alertar, porque así me lo dice la conciencia… que escuché esta mañana hablar a los hombres. Tienen intención de secar este lago y no sé qué será de todos vosotros. Moriréis sin ninguna solución… ¡Qué pena! 

Peces y cangrejo se reunieron para hablar… ¿Qué podían hacer? ¿Cómo salir de esa situación con vida? Entonces, la grulla les interrumpió: 

– Ejem, ejem… Se me ha ocurrido una excelente idea para que podáis salvar la vida -dijo la grulla. He descubierto muy cerca de aquí un pequeño estanque. Me comprometo a llevaros hasta allí… Puedo llevar cada día a dos o tres de vosotros. Así, antes de que el hombre seque este lago, estaréis todos a salvo. 

Al cangrejo, que era muy desconfiado, no le hacía mucha gracia esa idea. Así que propuso: 

– Está bien, para comprobar que no mientes, lleva a la carpa hasta el estanque y tráela de vuelta. Ella nos dirá si es cierto lo que dices. 

La grulla, que ya saboreaba su triunfo, llevó con delicadeza en su pico a la carpa hasta el estanque y luego regresó con ella. 

– ¡Es cierto lo que dice la grulla! - dijo la carpa entusiasmada- ¡El estanque existe de verdad! 

– Está bien- dijeron los peces- Aceptamos tu generosa propuesta, grulla. 

Pero el cangrejo, que ya hemos dicho que era muy desconfiado, se ofreció el primero en la ‘excursión’ al estanque. 

– ¡Yo iré el primero! 

– Muy bien- dijo la grulla- Te llevaré en mi pico. 

– Uy, no, que me resbalaré seguro y me romperé el caparazón- dijo entonces el cangrejo- Mejor me agarraré de tu cuello. Para eso tengo estas buenas pinzas… 

Y mostrándolas a la grulla, saltó al lomo del ave y se abrazó a su cuello. La grulla no tuvo otra que acceder, y comenzó a volar, pero en pocos minutos, aterrizó junto al árbol en donde tenía su nido. 

– ¿Y el estanque? - preguntó entonces el cangrejo. 

– ¡Iluso! ¿Pensaste que te iba a salvar de verdad? Cada día me comeré a dos o tres de vosotros. Fácil y sencillo. 

Pero entonces, antes de que la grulla pudiera decir más, el cangrejo clavó sus tenazas en el cuello del ave, acabando con su vida. 

– Ilusa tú, grulla, si pensaste que te creí. 

«Al final los malvados terminan siendo víctimas de sus propias artimañas».


Reflexiones.

Esta fábula corta de origen tibetano ‘La grulla y el cangrejo’, nos habla de mentiras que esconden muy malas intenciones, disfrazadas de verdad, pero que al final se enfrentan a la justicia o como dirían algunos, ‘al karma’. También del sentido de la prudencia puede salvarnos de un fatal destino.

Nos hace reflexionar acerca de: 
  • Las mentiras camufladas en verdad. 
  • El valor de la prudencia. 
  • La necesidad de desconfiar de las buenas pero, sospechosas intenciones. 
  • El sentido de la justicia o karma. 
Unos lo llaman ‘justicia divina’ y otros, ‘karma’, pero lo cierto es que afortunadamente, los malvados muchas veces son castigados con sus propias armas: 

El mal se paga. Pensarás que no siempre sucede así, pero en muchas ocasiones, los malvados terminan pagando por ‘sus fechorías’, y así debería ser. Es lo que viene a explicarnos esta fábula en la que una malvada grulla intenta engañar a unos inocentes peces y a un cangrejo para asegurarse la comida de forma más sencilla y menos trabajosa. 

La grulla fue astuta al intentar engañar a los peces llevando y trayendo a la carpa, pero al final, las mentiras no pueden mantenerse por mucho tiempo y la verdad termina saliendo a la luz. En este caso, la ‘suerte’ estuvo del lado de los peces, que contaron con el ingenioso y astuto cangrejo para ‘desenmascarar’ a la grulla. 

¡Feliz día!

ENTRADAS POPULARES

Delfi, el delfín que quería volar. Para leer.

Cuentos para Leer I-B Delfi era un delfín joven y muy inquieto. Ya desde pequeño quería nadar y nadar para descubrir hasta el último rincón del océano. Recorrió todos los mares, conoció a todos los peces, atravesó galeones hundidos. Conocía el lugar exacto donde se encontraban los tesoros de barcos piratas, y guardaba el secreto de todos los animales extraños que sólo él pudo conocer. Pero a Delfi el mar se le quedó pequeño. Y comenzó a mirar con tristeza el cielo. – Que inmenso…- pensaba Delfi- ¡Cuántos tesoros habrá allí arriba! El deseo de Delfi ahora era volar, quería navegar por los otros mares y tocar las estrellas. Quería conocer a todas las aves y buscar galeones entre las nubes.  Pero los delfines solo nadaban, sin más. Si Acaso alguna vez asomaban el hocico de forma tímida para sentir el aire y mirar de reojo el azul del cielo. Pero nada más.  – Los delfines sólo nadan- le dijeron sus amigos- No puedes volar. ¿Dónde has visto un delfín volador? ¿Acaso encontraste alg...

El sufrimiento. Para leer

Cuentos para leer IV. Una mujer viuda tenía un hijo al que adoraba. Era feliz, hasta que su hijo enfermó y murió. El dolor la atravesó entonces de parte a parte. Y, como era incapaz de separarse de su hijo, en lugar de enterrarlo, lo llevaba con ella a todas partes, ante la inquieta mirada de sus vecinos, que la miraban con una mezcla de lástima y extrañeza. – Se ha vuelto loca- decían muchos… Un día, la mujer se enteró de que el gran Maestro estaba cerca, en el bosque, y decidió acudir allí con su hijo a cuestas. – Por favor, Maestro- dijo entre sollozos la mujer- Devuelve la vida a mi hijo. El Maestro la miró compasivo y dijo: – Le devolveré la vida si consigues traer un grano de arroz, de una vivienda en donde no haya muerto nadie. La mujer se fue deprisa al pueblo y fue llamando casa por casa en busca de ese grano de arroz. Pero, para su sorpresa, todas las familias recordaban a algún fallecido. – Murió mi tío… – Hace poco que murió mi padre… Ya de noche, la mujer volvió a...

Cuentos narrados I

Presentación interactiva. Esta es una presentación interactiva realizada con Genially en la que podrás encontrar una selección de ocho cuentos narrados, si los escuchas tranquilamente te harán pensar y reflexionar.