Cuentos para leer VI-A.
Vagabundeaba un lobo enjuto y hambriento por el bosque. Hacía días que no probaba bocado y estaba en los huesos. De pronto vio a un perro paseando cerca de él. El perro tenía un aspecto formidable: robusto y lleno de vitalidad. Y el perro, que se encontró con la mirada lastimera del lobo, le dijo:
– ¿Por qué no vienes conmigo junto a mi amo? Te dará comida y podrás recuperarte. Solo tienes que obedecerle y mostrarle cariño. No es muy difícil.
El lobo, que estaba realmente desesperado, pensó que era una buena idea. Al fin y al cabo, necesitaba comer, así que aceptó y comenzó a seguir al perro. Pero, a mitad de camino, se fijó en que el perro tenía heridas alrededor del cuello.
– Y dime, perro, ¿de qué son esas heridas que tienes en el cuello? - preguntó lleno de curiosidad el lobo.
– Ah, no es nada- contestó el perro- Son las marcas de la argolla con la que mi amo me ata.
– Ah… ¿que te atan? -preguntó asustado entonces el lobo.
– Sí, todos los días, pero lo hace por mi bien… para que no me vaya y me haga daño.
– Oh, no, perro, entonces creo que prefiero quedarme en el bosque muerto de hambre.
Y diciendo esto, el lobo dio media vuelta y se adentró de nuevo entre los árboles.
«No vendas tu libertad a ningún precio».
Reflexiones.
Con esta fábula, ‘El lobo y el perro’ escrita por Jean de La Fontaine podrás pensar a cerca de:
- El valor de la libertad como un bien supremo de cada persona.
- La solidaridad.
- El valor de la empatía.
Sin duda, el principal valor que nos transmite es fábula es el valor de la libertad. La libertad es el bien más preciado, y no tiene precio.
En esta fábula, el lobo, a pesar de estar muerto de hambre y necesitar con urgencia alimento, tenía una cosa clara: no pensaba vender su libertad. La propuesta del perro era tentadora, pero irse con él suponía renunciar a la libertad de poder ir donde quería en el momento que él quería. A veces en la vida, debemos renunciar a muchas cosas, pero debemos tener cuidado en los casos, en los que la renuncia tenga que ver con la cesión de parte de nuestra libertad.
La falta de libertad es el peor castigo para el hombre porque la libertad es el bien más preciado que toda persona anhela.
La libertad no es solo la física, también está la libertad de pensamiento, esa por la que se impide expresar los pensamientos o emociones, al que intentan anular, al que menosprecian… le intentan robar su libertad, y esto hace que poco a poco le anule hasta convertirle en alguien sin personalidad. Ser libre significa poder tomar decisiones.
Siéntete libre a la hora de tomar decisiones. El lobo mostró el poder máximo de su libertad al decidir dar la vuelta y abandonar al perro. Fue toda una declaración de intenciones: ‘Me voy porque soy libre'.
¡Feliz día!