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Mostrando entradas de agosto, 2022

Cuentos narrados VIII-B.

Presentación interactiva.  Esta es una presentación interactiva realizada con Genially en la que podrás encontrar una selección de ocho cuentos narrados, si los escuchas tranquilamente te harán pensar y reflexionar.

Cuentos para leer VIII-B.

En formato pdf.  Pulsa en la imagen para leer los cuentos y relatos cortos que se indican.

Los dos miopes.

Cuentos narrados VIII-B. Esta fábula de ‘Los dos miopes’ sin duda es ideal para pensar sobre:  El valor de la sinceridad.  Las consecuencias de mentir.  La necesidad de pedir ayuda cuando lo necesitemos.  El valor de la humildad. Ya lo dice el dicho popular, que ‘se pilla antes a un mentiroso que a un cojo’. También se suele decir que la mentira ‘tiene las piernas cortas’. Y es que al final la verdad siempre termina por salir a la luz.

Los dos miopes. Para leer.

Cuentos para leer VIII-B. Vivían en el mismo pueblo dos hombres muy miopes que sin embargo intentaban ocultar su problema con la vista. Así que cuando debían demostrar si veían bien de lejos, terminaban inventándose cosas.  Cuando estaban juntos, los dos iban inventando todo lo que imaginaban ver. De esta forma, pensaban, el otro no se daría cuenta de su problema.  Un día, entraron en un templo y observaron que las personas miraban mucho hacia una de las paredes. Los dos miopes estaban juntos, y uno de ellos decidió ‘presumir’ de su buena vista ante el otro:  – Vaya-dijo de pronto- ¡Qué precioso el retablo nuevo que han colocado en esa pared!  El otro miope, lejos de preguntar qué veía, continuó siguiendo su invención:  – Sí, ¡qué maravilla! ¡Y es de oro! ¿De dónde habrán sacado tal preciosidad? – ¡Si hasta parece la figura real! – Desde luego… ¡qué realismo! - respondió el otro miope.  Un hombre que lo observaba todo y había oído su conversación, no pudo aguantarse y comenzó a reír si

Las tres pipas.

Cuentos narrados VIII-B. Con esta leyenda titulada ‘Las tres pipas’ podrás reflexionar sobre: La importancia de la reflexión para mitigar la ira. Por qué es importante que aprendamos a perdonar para no perder amigos. La importancia del valor de la humildad. Esta leyenda india nos transmite una gran enseñanza y está repleta de valores maravillosos. Pero, sobre todo, nos avisa de lo destructiva que puede ser la ira y nos da una pista de cómo gestionar esta emoción.

Las tres pipas. Para leer.

Cuentos para leer VIII-B. Cuenta la leyenda , que un miembro de una tribu india, ‘Pies de plomo’, se enojó mucho con un compañero, y decidió acudir a la tienda del jefe de la tribu para explicarle lo que sucedía. Estaba tan enfadado con su compañero, que pensaba matarle. – Oh, jefe de la Tribu, estoy tan enfadado con Águila Parda, que ahora mismo voy a buscarle para matarle. – Espera- contestó el jefe de la tribu- Entiendo tu enfado y comprendo que quieras vengarte con rapidez. Pero antes, te pido que tomes esta pipa, vayas junto al árbol sagrado y fumes un rato. Luego regresa y vuelve a explicarme lo que deseas hacer. Así que ‘Pies de plomo’ tomó la pipa, se fue hasta el árbol anciano e hizo lo que le había pedido el jefe de la tribu. Una vez que terminó, regresó, eso sí, mucho más tranquilo. De hecho, según volvía a la tienda del jefe, se dio cuenta de que, en realidad, matar al joven indio que le había ofendido, tal vez era demasiado… – Oh, gran jefe- dijo el indio- Gracias por la

Caza.

Cuentos narrados VIII-B. En la fábula ‘Caza’, el duque no se lo pensó dos veces y contrató al niño a su servicio de forma inmediata, sin haber probado antes la veracidad de sus palabras. Y es algo que nos sucede muy a menudo: tendemos a tomar decisiones ‘a la ligera’, por una primera impresión o ‘corazonada’. Luego nos arrepentimos, pero la decisión ya está tomada.  Recuerda: «Las cosas no son lo que parecen. A veces sacamos conclusiones antes de tiempo».

Caza. Para leer.

Cuentos para leer VIII-B. Un día, un duque salió de caza al bosque, acompañado por un séquito de numerosas personas, entre hombres de armas y sirvientes. Entonces se encontraron con un árbol en cuyo tronco había dibujado una diana, con círculos que se estrechaban. En el centro, vio clavada una flecha. El duque se sorprendió y dijo:  – ¿Quién será el fino arquero que consiguió dar con esta flecha en el blanco de forma tan exacta? ¡Me encantaría conocerle!  Siguieron caminando algunos kilómetros cuando de pronto se encontraron con un niño pequeño que llevaba en su mano un arco y unas flechas. El duque le preguntó, y el niño reconoció que había sido él el que clavó las flechas en el árbol.  – ¡Qué maravilla! - exclamó entonces el duque- ¡Con lo pequeño que eres! Pero, espera… ¿No será que te acercaste a la diana para dar en el blanco, no?  – No, señor- dijo el niño- Lo cierto es que disparé desde bastante lejos. ¡Lo juro!  – ¡Increíble! - dijo entonces el duque- Desde ahora te admito a mi

Las ranas que pidieron un rey.

Cuentos narrados VIII-B. Esta fábula ‘Las ranas que pidieron un rey’, podemos pensar acerca de: La necesidad de establecer normas para una convivencia sana: No se puede convivir sin normas. Las ranas terminan saltando y gritando sin orden y molestándose las unas a las otras. El orden es necesario y las normas de convivencia también.  También nos transmite que debemos de buscar nosotros mismos una solución en lugar de quejarnos. La queja no sirve para nada, es algo inútil y por ello, debemos de ser más positivos. Recuerda: «Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer».

Las ranas que pidieron un rey. Para leer.

Cuentos para leer VIII-B. En la época más floreciente de Atenas, se instauró tal libertad que de pronto el libertinaje llegó a la ciudad. Los atenienses estaban hartos. Necesitaban a alguien que pusiera orden. Entonces llegó Pisístrato , un tirano que acabó con las libertades para devolver el orden, sí, pero a costa de una limitación excesiva de las libertades. Ante las quejas de los atenienses, Esopo les contó esta historia:  Las ranas antes moraban libres por las lagunas. Eran felices y podían hacer lo que querían, pero pronto unas comenzaron a molestar a otras, y, cansadas de esta situación, un día le pidieron a Júpiter un rey, ya que necesitaban a alguien que pusiera orden.  Júpiter entonces decidió mandarles un madero que al caer en el lago se quedó clavado con fuerza en el cieno en vertical.  Las ranas al principio miraron asustadas, pero poco a poco, al ver que no se movía, se acercaron y comenzaron a saltar alrededor. No tardaron en perderle el respeto al nuevo rey, y a hacer

El ratón y la rana.

Cuentos narrados VIII-B. Esta fábula, ‘El ratón y la rana’, nos hace pensar sobre:  El valor de la empatía.  El valor de la bondad. Las consecuencias de nuestros actos. Las consecuencias de burlarnos de los demás. Por qué hay que saber escoger bien a los amigos. Burlarse de los demás no es una buena opción, porque las burlas a los demás al final se pagan... 

El ratón y la rana. Para leer.

Cuentos para leer VIII-B. Cuenta esta fábula que un ratón bastante ingenuo se hizo amigo de una rana. Pero la rana, que era bastante cruel, quiso burlarse de él, así que ató al ratón a una de sus patas, para que no pudiera ir a ningún lado sin ella. Primero fueron a comer trigo a un campo cercano. Pero poco después, al acercarse a un pantano, la rana saltó al agua y se zambulló por completo en ella. El ratón se ahogó, y su cuerpo, aún atado a la rana, salió flotando al exterior. Entonces un milano, que volaba por allí, lo vio, y se lanzó en picado a por su presa. ¡Menuda sorpresa se dio al tirar de él! No era un ratón solo, sino que atado a una de sus patas, llevaba también a una rana. Y así fue como al final la rana compartió el mismo triste destino que el ratón. Las burlas hacia los demás pasan factura. Las acciones que se hacen con maldad se pagan con la misma moneda. Reflexiones. Esta fábula, ‘El ratón y la rana’, nos hace pensar sobre:  El valor de la empatía.  El valor de la bon

El árbol que no sabía quién era.

 Cuentos narrados VIII-B. Con esta increíble fábula podrás reflexionar sobre:  – La necesidad de conocernos a nosotros mismos.  – La empatía.  – La solidaridad. De entre todos los árboles del jardín, el único que estaba triste, que era infeliz, era aquel que no sabía quién era. El roble, que no sabía que era un roble, intentaba por todos los medios ser un árbol que no era y no lo conseguía. Por eso no podía ser feliz. Hasta el momento en el que descubrió quién era, y su vida cambió por completo. Entonces sí pudo concentrarse en sí mismo y en proyectar todos sus dones hacia los demás. 

El árbol que no sabía quién era. Para leer.

Cuentos para leer VIII-B. Había una vez un jardín muy hermoso, repleto de árboles de todo tipo. Casi todos eran frutales: había frondosos manzanos con deliciosos frutos rojos, melocotoneros con dulces melocotones sonrosados, esbeltos perales repletos de peras y hasta naranjos y mandarinos con sus brillantes y coloridos frutos.  Todos los árboles eran felices, porque crecían fuertes y sanos y daban una gran cantidad de frutos. Bueno, todos, menos uno. Entre todos los frutales, había un árbol de tronco ancho y ramas muy frondosas que no daba ningún fruto. Era un árbol robusto en cuyas ramas los pájaros construían sus nidos o paraban a descansar a mitad de viaje.  Este árbol estaba muy triste, porque veía a todos sus compañeros presumir de sus frutos y él, sin embargo, no sabía por qué no era capaz de dar ninguno.  El resto de árboles intentaban ayudarle. Un día, el manzano le dijo:  – Amigo, tal vez solo necesites concentrarte. Piensa que eres un manzano como yo, a ver si así consigues d

El granjero y la mula.

Cuentos narrados VIII-B. Este fantástico cuento de la india titulado ‘El granjero y la mula’ nos viene a recordar lo importante que es confiar en uno mismo, luchar y nunca rendirse para conseguir un objetivo y sobre la superación Nos invita a reflexionar sobre todos estos valores: – El valor del esfuerzo como pilar esencial para conseguir nuestros logros. – La importancia de mantenerse perseverante en los objetivos y no venirse abajo. – Esencial es la confianza en uno mismo si queremos superar dificultades. – Para conseguir un objetivo, hay que ser paciente.

El granjero y la mula. Para leer.

Cuentos para leer VIII-B. Un día, un granjero escuchó un espeluznante sonido al pasar junto al pozo que tenía en el exterior de la casa. Era un pozo abandonado, que el hombre no utilizaba, y estaba seco, sin agua. Al asomarse, descubrió que su mula se había caído al pozo, y estaba asustada y magullada. El hombre, sin saber muy bien qué hacer, llamó a su vecino por si podía ayudarle a rescatarla. Y éste, después de observar bien la situación, la profundidad del pozo y la situación en la que se encontraba el animal, le dijo: – Lo siento, amigo, creo que no se puede hacer nada por ella. Lo mejor es que la sacrifiquemos para ahorrarle una agonía mayor. – Oh, qué lástima- contestó el granjero- Tenía mucho cariño a mi mula. ¡Qué desgracia! Ambos fueron a por palas, porque pensaban enterrar al animal en el pozo y así tapar el agujero para que no volviera a pasar aquello con ningún otro animal. – Empecemos cuanto antes, dijo el granjero-. Y, diciendo esto, ambos empezaron a tirar tierra al poz

La manzana que quería ser estrella.

Cuentos narrados VIII-B. Este cuento nos habla de aceptación personal, de amor propio y de autoestima. Muchas veces deseamos ser lo que otros son y deseamos tener lo que otros tienen, sin darnos cuenta de que somos tan valiosos como los demás y tenemos tanto o más que ellos.  Con este cuento puedes pensar en  estos temas:  – La cantidad de veces que deseamos lo que tienen otros sin atender nuestros valores y virtudes.  – Los celos. – La autoestima y el amor propio.  – ¿Dónde encontramos la felicidad? 

La manzana que quería ser estrella. Para leer.

Cuentos para leer VIII-B. Había una vez una pequeña manzana que no quería ser manzana. Ella en realidad admiraba a las estrellas, y deseaba con todas sus fuerzas ser estrella. Se pasaba las noches contemplando el cielo y suspirando:  – ¿Por qué no podré ser como ellas?  Una mañana observó a unos pájaros volar hacia las nubes y les preguntó desde su pequeña rama:  – ¡Eh! ¡Pájaros! Decidme… ¿dónde duermen por el día las estrellas?  Los pájaros detuvieron el vuelo y contestaron:  – Las estrellas no duermen. Están llenas de luz y por la mañana no puedes verlas por culpa de la intensa luz del sol, que hace que parezcan invisibles. Pero están allí, y continúan brillando también por el día.  – Oh, vaya… – respondió la manzana.  Cada vez sentía más y más deseos de ser una estrella y tener esa luz tan intensa día y noche.  Al día siguiente, se levantó un poco de viento, y la manzana preguntó:  – Dime, viento, ¿las estrellas están allá arriba fijas o se mueven?  – Las estrellas están en continuo

Cuentos narrados VII-B.

Presentación interactiva.  Esta es una presentación interactiva realizada con Genially en la que podrás encontrar una selección de ocho cuentos narrados, si los escuchas tranquilamente te harán pensar y reflexionar.

Cuentos para leer VII-B.

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La chimenea mal situada.

Cuentos narrados VII-B. Con este cuento corto, ‘La chimenea mal situada’, escrito por Ban Gu nos hace pensar en: Por qué el valor de la prudencia es tan necesario.  La gratitud y la necesidad de liberarnos de la soberbia.  El orgullo y la soberbia nos ciegan y hacen que actuemos de forma imprudente, Lo mismo podríamos decir del orgullo y la soberbia. En todos estos casos, son emociones que nos ciegan y nos hacen cometer imprudencias. Como la que cometió el protagonista de esta historia, quien prefirió no seguir el consejo de su vecino, pensando que él sabía más y mostrando una actitud orgullosa e irresponsable. Las consecuencias, ya las conoces. 

La chimenea mal situada. Para leer.

Cuentos para leer VII-B. Cuentan que hace mucho, en un pueblo pequeño de la China, un hombre guardaba su leña junto a la chimenea. Su vecino, al ver aquello, se acercó y le dijo:  – Si no retiras la leña de ahí, puedes provocar un incendio y quedarte sin casa. ¿No ves que está muy cerca del fuego? Pero el vecino, que era muy orgulloso, pensó que eso era prácticamente imposible y no le hizo caso.  A los pocos días, la casa de este hombre comenzó a arder por culpa de la leña que había junto a la chimenea. Los vecinos le ayudaron a apagar el fuego con tanta rapidez que apenas tuvo que lamentar daños.  Y él, agradecido, invitó a una merienda a los vecinos que le ayudaron a apagar el incendio. Sin embargo, no había invitado a aquel que le advirtió del peligro.  Uno de sus vecinos invitados, se dio cuenta y le dijo: – Está muy bien que nos invites y agradezcas a los que te ayudáramos a apagar el fuego. Pero… ¿No hubiera sido más justo que también hubieras invitado a aquel que te advirtió y a

Las dos cabras.

Cuentos narrados VII-B. Esta bonita fábula ‘Las dos cabras’ de Esopo nos recuerda por qué en algunos momentos es mejor ceder antes de dejarnos llevar por la testarudez. También nos invita a pensar en por qué debemos buscar soluciones de forma pacífica y en algunos momentos olvidar el orgullo a expensas de conseguir un objetivo. El orgullo y la terquedad a veces son obstáculos que al final no nos aportan ningún beneficio. También puedes pensar sobre: Por qué no debemos dejarnos llevar por la terquedad. La importancia de aprender a solucionar los problemas de forma pacífica. A veces ceder no es perder, sino ganar. Por qué el orgullo puede ser tan perjudicial. La importancia que tiene el valor de la humildad.

Las dos cabras. Para leer.

Cuentos para leer VII-B. Dos cabras paseaban por un monte dividido por un río. Ambas habían dejado sus rebaños porque querían explorar mundo. Solo que una de las cabras estaba a un lado del río y la otra justo en el lado contrario. El río podía cruzarse por un tronco que lo atravesaba de parte a parte. Este tronco unía las dos colinas. Las dos cabras decidieron pasar al mismo tiempo por el viejo tronco, con la mala fortuna de encontrarse justo en el medio. Entonces, se miraron desafiantes: – ¡Aparta de mi camino, cabra! ¡Tengo que pasar y yo soy más fuerte! – dijo una de las cabras. – ¿Por qué tengo que apartarme yo? - contestó impasible la otra cabra- No eres más fuerte. Ni por supuesto, tampoco eres más terca que yo. – Si no te apartas, no podremos pasar ninguna- Le dijo entonces la primera cabra. – Pues por eso, lo mismo digo, así que más vale que te apartes de mi camino– contestó testaruda la otra cabra. – Te he dicho que no… ¡déjame pasar! – ¡Pasaré yo antes! – ¡Que no! – ¡Aparta