Ir al contenido principal

La gallina de los huevos de oro. Para leer.

Cuentos para leer IV-B.

En una pequeña granja, humilde pero próspera, vivía una pareja de granjeros. Trabajaban con animales y vendían sus productos en el mercadillo del pueblo. Con esto, vivían tranquilos, de forma modesta pero feliz.

De entre todos sus animales, nació un día un pollito, que al crecer se transformó en una espléndida gallina. La gallina un día puso su primer huevo, y el granjero, al ir a recogerlo, se quedó maravillado. El huevo era dorado, pesaba como una roca y relucía de forma increíble. 

Por supuesto, fue corriendo a enseñárselo a su mujer, quien en seguida pegó un grito de felicidad:

– ¡¡Es oro!!

La pareja se miró sorprendida. Guardaron el huevo y esperaron al día siguiente, ilusionados ante la posibilidad de que la gallina no solo diera uno, sino muchos huevos de oro. 

Y efectivamente, al día siguiente, su preciosa gallina puso otro huevo de oro macizo. Y así un día, y otro, y otro más…

Los granjeros vendieron los huevos de oro, reformaron la granja, compraron más animales. ¡Tenían mucho dinero! Pero aun así, querían más, y sus ojos se llenaron de codicia. Un día, el granjero dijo:

– Si la gallina nos da cada día un huevo de oro… ¡es porque su interior estará repleto de oro macizo! ¿Imaginas todo el oro que tendrá dentro? - preguntó a su mujer.

– Cierto- contestó ella- Si conseguimos de golpe todo el oro… ¡podremos comprar otra casa y hacer ese viaje con el que soñábamos!

– Pues no hablemos más: la mataremos y así sacaremos todo el oro de su interior.

Los granjeros lo tenían claro, y no se lo pensaron más. Mataron a la pobre gallina con la intención de descubrir el oro que tenía dentro, pero…

– ¡No tiene nada dentro! - gritó el granjero al abrir al animal.

Reflexiones.

Con esta fábula “La gallina de los huevos de oro” podrás reflexionar acerca de:

· ‘La avaricia rompe el saco’ y nunca es buena consejera.
· La importancia de usar la razón y la prudencia a la hora de tomar decisiones importantes.

Ay, la codicia… es muy mala consejera, si la pareja de granjeros hubiera pensado en lugar de dejarse llevar por el impulso cegador de la avaricia, habrían podido vivir felices y de forma muy próspera. 

Esta fantástica fábula nos advierte de lo peligroso que es el sentimiento de codicia y la ambición. Es cierto que está bien ser ambicioso, pero dentro de un límite. Siempre hay que saber frenar, que es justo en ese momento en el que si no frenas, puedes perder el contacto con la realidad y la razón. Es difícil, pero debemos aprender a conocer ese límite que separa la ambición sana y necesaria de la que nos transforma en personas avariciosas y sin escrúpulos. 

La moraleja de esta fábula se podría resumir perfectamente con este: ‘Más vale pájaro en mano que ciento volando’. Ya que tienes algo seguro que te da prosperidad, no lo dejes escapar por intentar atrapar algo que puede que se te escape.

¡Feliz día!

ENTRADAS POPULARES

Delfi, el delfín que quería volar. Para leer.

Cuentos para Leer I-B Delfi era un delfín joven y muy inquieto. Ya desde pequeño quería nadar y nadar para descubrir hasta el último rincón del océano. Recorrió todos los mares, conoció a todos los peces, atravesó galeones hundidos. Conocía el lugar exacto donde se encontraban los tesoros de barcos piratas, y guardaba el secreto de todos los animales extraños que sólo él pudo conocer. Pero a Delfi el mar se le quedó pequeño. Y comenzó a mirar con tristeza el cielo. – Que inmenso…- pensaba Delfi- ¡Cuántos tesoros habrá allí arriba! El deseo de Delfi ahora era volar, quería navegar por los otros mares y tocar las estrellas. Quería conocer a todas las aves y buscar galeones entre las nubes.  Pero los delfines solo nadaban, sin más. Si Acaso alguna vez asomaban el hocico de forma tímida para sentir el aire y mirar de reojo el azul del cielo. Pero nada más.  – Los delfines sólo nadan- le dijeron sus amigos- No puedes volar. ¿Dónde has visto un delfín volador? ¿Acaso encontraste alg...

El sufrimiento. Para leer

Cuentos para leer IV. Una mujer viuda tenía un hijo al que adoraba. Era feliz, hasta que su hijo enfermó y murió. El dolor la atravesó entonces de parte a parte. Y, como era incapaz de separarse de su hijo, en lugar de enterrarlo, lo llevaba con ella a todas partes, ante la inquieta mirada de sus vecinos, que la miraban con una mezcla de lástima y extrañeza. – Se ha vuelto loca- decían muchos… Un día, la mujer se enteró de que el gran Maestro estaba cerca, en el bosque, y decidió acudir allí con su hijo a cuestas. – Por favor, Maestro- dijo entre sollozos la mujer- Devuelve la vida a mi hijo. El Maestro la miró compasivo y dijo: – Le devolveré la vida si consigues traer un grano de arroz, de una vivienda en donde no haya muerto nadie. La mujer se fue deprisa al pueblo y fue llamando casa por casa en busca de ese grano de arroz. Pero, para su sorpresa, todas las familias recordaban a algún fallecido. – Murió mi tío… – Hace poco que murió mi padre… Ya de noche, la mujer volvió a...

Cuentos narrados I

Presentación interactiva. Esta es una presentación interactiva realizada con Genially en la que podrás encontrar una selección de ocho cuentos narrados, si los escuchas tranquilamente te harán pensar y reflexionar.