Cuentos para leer III-B.
Un cuervo, de plumas muy negras y brillantes, se encontró un día unas cuantas plumas de pavo real en el suelo. Se quedó prendado con tanto brillo y color, y decidió tomarlas prestadas para ver qué tal le quedaban. Así, el cuervo se fue colocando las plumas de pavo real en la cola.
– ¡Oh! ¡Qué preciosidad! - pensó el cuervo- ¡Estoy mucho más guapo! Sin duda, es mucho mejor ser pavo real.
El cuervo, convencido de que prefería ser un hermoso pavo real a un cuervo negro, se fue a presumir delante de sus compañeros:
– ¡Miradme bien! - dijo el cuervo disfrazado de pavo real- ¿No os parezco más guapo hoy? He decidido ser un hermoso pavo real.
Los demás cuervos, sorprendidos y algo ofendidos, le dieron la espalda y siguieron a los suyo. Así que el cuervo, sin pensárselo más, salió volando en busca de sus nuevos compañeros.
El cuervo llegó hasta el lugar en donde estaban los pavos reales, y les dijo:
– ¡Amigos! ¡Dad la bienvenida a un nuevo compañero!
Y los pavos, mirándole bien de arriba a abajo, comenzaron a reír.
– ¡Ja,ja,ja! ¡Pero si eres un cuervo! Anda, vete ahora mismo, vuelve con los tuyos y quítate esas plumas. Tú nunca podrás ser un pavo real.
El cuervo, dolido, se quitó las plumas y volvió con sus compañeros los cuervos, pero entonces, estos le rechazaron:
– No quisiste formar parte de nuestro grupo, así que largo de aquí.
Y así fue cómo el cuervo, por querer ser quien no podría ser nunca, se quedó solo y sin amigos.
No intentes ser nunca quien no eres, ni presumas orgulloso frente a los demás de algo que no tienes o te quedarás solo.
Reflexiones.
Esta fábula de Esopo nos enseña por qué debemos querernos y aceptarnos como somos, sin artificios ni disfraces, y por qué no es bueno ser orgulloso y vanidoso.
Nos transmite estos valores: Valor de la sinceridad. El valor de la humildad. La importancia de fortalecer la autoestima y la confianza en uno mismo.
Esta fábula corta, ‘El cuervo orgulloso’, nos ayuda a pensar en quiénes somos y en por qué nunca debemos presumir de lo que no somos frente a los demás.
– No intentes ser quien no eres ni serás: Lo mejor es aceptar que somos quien somos, sin más. Nunca podrás ser otro, aunque lo intentes, y esa falta de autenticidad, provocará rechazo por parte de todos. Quien juega a dos bandas e intenta contentar a todos, al final, sale perdiendo y se queda solo.
– Quiérete como eres: Puedes cambiar algunos aspectos de tu personalidad, por supuesto, puedes moldear algunos detalles, pero nunca rechazar quién eres, porque entonces, nunca conseguirás quererte. Para ganar en autoestima y sentirte con fuerzas para conseguir cualquier objetivo, debes creer en ti, quererte con tus dones e imperfecciones. Aceptarte, sin más. Sin intentar convertirte en otro.
– No presumas de lo que careces delante de otros: Si intentas ser de otra forma por envidia, aun sabiendo que no eres así, y encima presumes de ello delante de los demás, los otros lo entenderán como una mentira, y no creerán en ti. Es mejor ser uno mismo y sincero, sin disfraces ni mentiras.
¡Feliz día!