Cuentos para leer IV-B.
Un águila perseguía una liebre con intención de cazarla. La liebre, por más que corría, veía cada vez más cerca al águila, y al ver que no podía librarse de ella, pidió ayuda a un escarabajo. El escarabajo se apiadó de ella, le abrió la puerta de su casa y dejó entrar a la liebre. Le prometió que la protegería. Pero el águila, que era más fuerte y grande al final cazó a la liebre y se la comió.
El escarabajo juró dar una lección al águila, quien se rió al ver a un ser tan pequeño amenazándola.
Pasaron los días y el águila casi había olvidado aquella anécdota, pero el escarabajo no. Aprovechó que el águila había salido a volar, dejando sus huevos en el nido, para subir hasta allí y arrojar los huevos del ave al precipicio.
El águila, al regresar, contempló con horror el destino de sus huevos. Así que ascendió a lo más alto del cielo para hablar con Júpiter. Le pidió que guardara a sus huevos y éste accedió a protegerlos en su propio regazo.
El escarabajo, cuando se enteró del lugar donde el águila guardaba sus huevos, decidió hacer una enorme bola de estiércol y voló hasta donde estaba Júpiter. Entonces, soltó la bola de estiércol, y el dios, aterrado por el terrible olor, se intentó librar de ella moviendo los brazos y soltando al mismo tiempo los huevos del águila.
«No desprecies nunca al pequeño y al que parece insignificante, porque no hay ningún ser tan débil que no pueda alcanzarte».
Reflexiones.
Esta fábula de Esopo ‘El águila y el escarabajo’ trata sobre el poder de los más pequeños y humildes. Aunque también podríamos resumirla bajo el famoso refrán: ‘más vale maña que fuerza’, haciendo referencia a que la inteligencia no tienen por qué estar relacionada con el tamaño ni con la fuerza.
Los valores que nos transmite son:La importancia de valorar a todos por igual, sin importar la altura, fuerza, tamaño…
El poder de la inteligencia y el ingenio.
El poder de los más pequeños y humildes.
La soberbia y vanidad de los que se creen superiores.
Esta fábula enseña a los más pequeños que nunca debemos juzgar a nadie por su físico, según sea su tamaño, altura, fuerza…
Lo importante no es la fuerza ni el tamaño: Lo verdaderamente importante es la inteligencia, y ésta no está relacionada con el físico de la persona. Así, en la fábula del águila y el escarabajo, el más pequeño consigue dar una gran lección al más grande y fuerte. Viene a ser una versión fabulada de la historia bíblica de David y Goliat, en donde el más débil y pequeño (David) consigue dar una lección al gigante Goliat gracias a su ingenio. La astucia hace al más pequeño más poderoso: La astucia es muy importante para conseguir objetivos y salvarnos de situaciones complicadas. No hay que dejarse dominar por la soberbia y la vanidad, como le pasó al águila, ya que no hace más que cegar y nublar la razón, la intuición y la inteligencia.
¡Feliz día!