Ir al contenido principal

El traje nuevo del Emperador.

 Cuentos narrados I-B.

Con este cuento de Hans Christian Andersen, podrás reflexionar acerca de: la verdad, la sinceridad y la confianza en uno mismo: 
  • Confía en ti y no hagas caso a lo que dicen los demás:  Confía más en ti y en tu verdad y no tomes como verdad indiscutible la de los demás. 
  • La sinceridad desenmascara a la realidad: El único capaz de decir la verdad fue un niño, al único al que le daba lo mismo que todos pensaran que era tonto. El único capaz de decir las cosas tal cual se ven. Los niños a veces nos dan grandes lecciones, ya que aún no sienten la presión de la opinión de los demás. No dudan en ser auténticos y en ser ellos mismos. 
  • Utiliza la prudencia y no te fíes de todos. La ingenuidad del emperador en creer aquello vino porque la codicia por poseer ese traje le cegó por completo y anuló su sentido de la prudencia. El deseo es traicionero, ya que nubla la razón. Por eso, cuando sientas que te dominan las emociones, espera un rato y vuelve a pensar.
  • Lo que dicen los demás no tiene por qué ser la verdad: Porque tal vez todos estén equivocados. Cuesta creer que tantas personas se equivoquen, pero ya ves que es posible. La verdad no es necesariamente la opinión mayoritaria.


ENTRADAS POPULARES

Delfi, el delfín que quería volar. Para leer.

Cuentos para Leer I-B Delfi era un delfín joven y muy inquieto. Ya desde pequeño quería nadar y nadar para descubrir hasta el último rincón del océano. Recorrió todos los mares, conoció a todos los peces, atravesó galeones hundidos. Conocía el lugar exacto donde se encontraban los tesoros de barcos piratas, y guardaba el secreto de todos los animales extraños que sólo él pudo conocer. Pero a Delfi el mar se le quedó pequeño. Y comenzó a mirar con tristeza el cielo. – Que inmenso…- pensaba Delfi- ¡Cuántos tesoros habrá allí arriba! El deseo de Delfi ahora era volar, quería navegar por los otros mares y tocar las estrellas. Quería conocer a todas las aves y buscar galeones entre las nubes.  Pero los delfines solo nadaban, sin más. Si Acaso alguna vez asomaban el hocico de forma tímida para sentir el aire y mirar de reojo el azul del cielo. Pero nada más.  – Los delfines sólo nadan- le dijeron sus amigos- No puedes volar. ¿Dónde has visto un delfín volador? ¿Acaso encontraste alg...

El sufrimiento. Para leer

Cuentos para leer IV. Una mujer viuda tenía un hijo al que adoraba. Era feliz, hasta que su hijo enfermó y murió. El dolor la atravesó entonces de parte a parte. Y, como era incapaz de separarse de su hijo, en lugar de enterrarlo, lo llevaba con ella a todas partes, ante la inquieta mirada de sus vecinos, que la miraban con una mezcla de lástima y extrañeza. – Se ha vuelto loca- decían muchos… Un día, la mujer se enteró de que el gran Maestro estaba cerca, en el bosque, y decidió acudir allí con su hijo a cuestas. – Por favor, Maestro- dijo entre sollozos la mujer- Devuelve la vida a mi hijo. El Maestro la miró compasivo y dijo: – Le devolveré la vida si consigues traer un grano de arroz, de una vivienda en donde no haya muerto nadie. La mujer se fue deprisa al pueblo y fue llamando casa por casa en busca de ese grano de arroz. Pero, para su sorpresa, todas las familias recordaban a algún fallecido. – Murió mi tío… – Hace poco que murió mi padre… Ya de noche, la mujer volvió a...

Cuentos narrados I

Presentación interactiva. Esta es una presentación interactiva realizada con Genially en la que podrás encontrar una selección de ocho cuentos narrados, si los escuchas tranquilamente te harán pensar y reflexionar.