Cuentos para Leer I-B.
Cierta vez, un rey quería saber qué era peor: si ser tacaño o envidioso. Para ello buscó al envidioso más grande y al tacaño más grande del reino y les dijo:
–Quiero regalarles algo. Pídanme lo que quieran, que al otro le voy a dar el doble.
Entonces el tacaño preguntó:
–Majestad, ¿todo lo que os pida me lo vais a dar?
–Sí.
–¿Si os pido dos casas me las vais a dar?
–Sí, y al otro le daré el doble.
Entonces el envidioso le dijo al avaro:
–Elija usted primero.
–Faltaría más –le dijo el avaro–. ¿Para qué están los amigos? Pida usted primero.
Que si uno que si otro, Hasta que al final, el envidioso dijo:
–Voy a pedir primero. Quiero que me saquéis un ojo –le dijo al rey (para que al otro le sacaran los dos).
La reflexión de este cuento podría ser:
La persona que es envidiosa prefiere sufrir para que la otra sufra más, en lugar de vivir bien y que el otro viva bien.
¡Feliz día!
–Sí.
–¿Si os pido dos casas me las vais a dar?
–Sí, y al otro le daré el doble.
Entonces el envidioso le dijo al avaro:
–Elija usted primero.
–Faltaría más –le dijo el avaro–. ¿Para qué están los amigos? Pida usted primero.
Que si uno que si otro, Hasta que al final, el envidioso dijo:
–Voy a pedir primero. Quiero que me saquéis un ojo –le dijo al rey (para que al otro le sacaran los dos).
La reflexión de este cuento podría ser:
La persona que es envidiosa prefiere sufrir para que la otra sufra más, en lugar de vivir bien y que el otro viva bien.
¡Feliz día!