Ir al contenido principal

Todo acto genera consecuencias. Para leer

 Cuentos para leer II.

Ese año las lluvias habían sido particularmente intensas en toda la región. Una gran corriente del río se llevó la choza de un campesino, pero cuando cesaron, habían dejado en la tierra una valiosa joya. 

El buen hombre vendió la alhaja y con la suma que le entregaron reconstruyó su choza y el resto se lo regaló a un niño huérfano y desvalido del pueblo. 

La riada había arrasado también otro poblado y un campesino, para salvar la vida, tuvo que encaramarse a un tronco de árbol que flotaba sobre las turbulentas aguas. 

Otro hombre, despavorido, le pidió socorro, pero el campesino se lo negó, diciéndose a sí mismo: “Si se sube éste al tronco, a lo mejor se vuelca y me ahogo”.

Los años pasaron y estalló la guerra en ese reino. Ambos campesinos fueron alistados. El campesino bondadoso fue herido de gravedad y conducido al hospital. El médico que le atendió con gran cariño y eficacia era aquel muchachito huérfano al que él había ayudado. Lo reconoció y puso toda su ciencia y amor al servicio del malherido. Logró salvarlo y se hicieron grandes amigos de por vida.

El campesino egoísta tuvo por capitán de la tropa al hombre a quien no había auxiliado. Le envió a primera línea de combate y días después halló la muerte en las trincheras.

Las consecuencias siguen, antes o después, a los actos. La generosidad engendra generosidad y el egoísmo, egoísmo. 

Reflexiones.

Debemos cultivar los cuatro bálsamos de la mente: amor, compasión, alegría por la dicha de los otros y ecuanimidad.

Todo lo que hacemos u omitimos genera su proyección en el tiempo, y de lo que hacemos hoy, tendremos los resultados en el futuro.

Es por esto, también, debemos sopesar nuestra respuesta a lo que sucede a nuestro alrededor, con curiosidad, generosidad e interés genuino; sin juzgar ni desdeñar las necesidades de los demás y con tanta compasión y generosidad como nos sea posible, es un proceder que propagará, sin dudas, las mejores ondas en nuestro propio futuro.

¡Feliz día!

ENTRADAS POPULARES

El sufrimiento. Para leer

Cuentos para leer IV. Una mujer viuda tenía un hijo al que adoraba. Era feliz, hasta que su hijo enfermó y murió. El dolor la atravesó entonces de parte a parte. Y, como era incapaz de separarse de su hijo, en lugar de enterrarlo, lo llevaba con ella a todas partes, ante la inquieta mirada de sus vecinos, que la miraban con una mezcla de lástima y extrañeza. – Se ha vuelto loca- decían muchos… Un día, la mujer se enteró de que el gran Maestro estaba cerca, en el bosque, y decidió acudir allí con su hijo a cuestas. – Por favor, Maestro- dijo entre sollozos la mujer- Devuelve la vida a mi hijo. El Maestro la miró compasivo y dijo: – Le devolveré la vida si consigues traer un grano de arroz, de una vivienda en donde no haya muerto nadie. La mujer se fue deprisa al pueblo y fue llamando casa por casa en busca de ese grano de arroz. Pero, para su sorpresa, todas las familias recordaban a algún fallecido. – Murió mi tío… – Hace poco que murió mi padre… Ya de noche, la mujer volvió al bosque

Cuentos narrados I

Presentación interactiva. Esta es una presentación interactiva realizada con Genially en la que podrás encontrar una selección de ocho cuentos narrados, si los escuchas tranquilamente te harán pensar y reflexionar.

Cuentos para leer I

En formato pdf. Pulsa en la imagen para leer los cuentos y relatos cortos que se indican.