Cuentos narrados V-A
Esta popular fábula de Esopo nos ensueña una profunda reflexión sobre nuestra incapacidad para reconocer nuestras limitaciones y frustraciones y nuestra facilidad para dejarnos llevar por la soberbia.
Cuántas veces, no nos habremos intentado convencer, de que algo no nos conviene por nuestra incapacidad de alcanzarlo? Pocas veces toleramos y asumimos la frustración porque nuestra soberbia, a veces nos lo impide.
Si no lo consigo, será que no era tan bueno… , a esto le podemos llamar ‘el consuelo del tonto’. Y sucede porque a veces, nuestra soberbia nos impide reconocer que tenemos límites y que a veces tenemos que perder.