Cuentos para leer VIII.
Cuentan que un hombre del reino de Chu cruzaba en su barca un río cuando se le cayó la espada. Según se hundía, decidió hacer una marca en el lado de la barca por donde había visto caer la espada.
– Así sabré dónde cayó y podré recuperarla- se dijo.
Entonces remó hasta la orilla, cogió un traje de buceo y se dispuso a bucear para buscar su espada, pero siguió la marca que había hecho en la barca, y como se había movido, no consiguió encontrarla.
«Si quieres recuperar algo, no dejes pasar el tiempo. No te alejes. Si los haces, puede que ya no encuentres lo que buscas».
Reflexiones sobre esta fábula.
Está claro que ante un problema, deberíamos pensar muy bien antes de dar un paso en falso. De hecho, un error puede provocar la pérdida definitiva de lo que buscábamos:
No des un paso en falso: Esta metáfora de la pérdida de la espada se puede contemplar de muchas formas diferentes. Una de ellas es acerca de la impulsividad que nos lleva muchas veces a cometer errores irreparables. El hombre que perdió su espada, no pensó lo suficiente, se dejó llevar por un primer impulso que le dijo: – ‘Haz una marca en la barca y listo’. Pero si hubiera pensado con detenimiento, se hubiera dado cuenta de que la barca iba a ponerse en movimiento, y que esa maca no le iba a servir de nada.
Tal vez, un poco de forma exagerada para que nos demos cuenta, nos viene a decir: piensa muy bien antes de tomar una decisión, porque si ésta es equivocada puede que ya no tenga solución. Ante un problema, debemos pararnos y pensar, no seguir en movimiento y decir: ‘ya lo solucionaré’.
Tendemos a buscar salida ante un problema y lo hacemos moviéndonos, cambiando de lugar. Pero si cambiamos, el problema se aleja y en lugar de acercarnos a la solución, la perdemos definitivamente.
El movimiento de la barca puede equipararse al tiempo. Alejarnos, dejar pasar el tiempo, puede que haga mucho más difícil la solución de ese problema. Cuanto antes intentes solucionarlo, mejor. Olvida eso de ‘el tiempo lo arregla todo’. Hay cosas que jamás arreglará el tiempo.
No busques en el lugar equivocado: Cuando perdemos algo, debemos buscar en el lugar donde lo perdimos. ¿Por qué intentamos hacerlo en el lugar equivocado? Porque muchas veces nos dejamos guiar por una señal falsa, como la marca de la barca, una muesca que es errónea porque nosotros cambiamos, nos movimos, dejamos pasar el tiempo. Cuando perdamos algo, debemos buscarlo en el lugar y en el momento en el que lo perdimos. De lo contrario, será muy difícil recuperarlo.
Los cambios nos llevan a perder cosas: Otra de las posibles reflexiones que podemos hacer es, acerca de los cambios. El hombre de la barca se movió, cambió de lugar. Este cambio es precisamente el que provocó que perdiera para siempre la espada. Y en cierta manera, es así. Los cambios nos aportan algo nuevo pero también tenemos que estar dispuestos a perder parte de lo que teníamos.
Ninguna persona permanece impasible ante los cambios.