Cuentos narrados VIII-A.
Los valores que esta fábula de Samaniego transmite son:
- El valor de la prudencia.
- Y por qué debemos usar el sentido común sin perder la capacidad de soñar.
Es bueno soñar, pero sin ‘perder el norte’. Soñar es fabuloso, sobre todo, porque nos ayuda a ilusionarnos y a seguir luchando por nuestro objetivo. Pero soñar demasiado puede hacernos tropezar, como le pasó a la lechera. Al fantasear, perdemos la concentración en lo que estamos haciendo, y somos, por lo tanto, más vulnerables.
Hacer planes de futuro sí, pero un futuro no muy lejano y sin olvidarnos de que hay que vivir el presente. No esperes demasiado del futuro si te ausentas del presente. Lo mejor es ir poco a poco y vivir el momento para hacer lentamente planes de futuro. Podemos tener nuestros sueños, pero no debemos olvidar usar el sentido común y sobre todo la prudencia para no estropear nada por el camino.