Cuentos para leer III-A
Cuentan que un lindo día de primavera, don Zorro madrugó para ir a cazar. Le pareció que era un día hermoso. La temperatura era muy agradable, olía a hierba fresca, y el sol lucía con sus primeros rayos del día.
Don Zorro estaba feliz, Intuía que iba a ser un buen día. Y así fue: justo al pasar por una granja, vio a un grupo bien numeroso de gallinas que picoteaban el maíz despreocupadas. Don Zorro se abalanzó sobre ellas y consiguió atrapar a la más grande. Así que, satisfecho por la caza, se fue tan contento a su casa a enseñarle la presa a doña Zorra.
Cuando don Zorro llegó a su madriguera, le dijo a su esposa:
– ¡Mira qué gallina tan grande he conseguido cazar!
– ¡¡Pero qué maravilla!!- exclamó eufórica doña Zorra- ¿Y si invitamos a comer al señor Tigre?¡Tenemos que mantenerlo contento para no tener problemas con él!
– Me parece una excelente idea- dijo don Zorro- Ve preparando el guiso y yo voy a buscarle.
Así que don Zorro fue a invitar al señor Tigre mientras doña Zorra comenzó a preparar el guiso. Pero resulta que el guiso olía tan bien… que se vio tentada de probarlo…
– Probaré un poquito para ver si le hace falta algo más de sal… Mmmmm! ¡Qué bueno está! Pero… voy a ponerle un poco más de laurel… y lo probaré una vez más… Mmmm… ¡delicioso! Pero tal vez si pruebo por este otro lado…
Y así, probando y probando, doña Zorra, que no pudo contenerse… ¡se fue comiendo toda la gallina entera! Cuando quiso darse cuenta, ya no quedaba ni un trocito de la gallina.
– Bueno, qué le vamos a hacer- suspiró doña Zorra- ¡Tenía tanta hambre!
En esto que llegó don Zorro con el señor Tigre, que venía entusiasmado con la idea de comer guiso de gallina.
– ¡Hola querida!- le dijo don Zorro a doña Zorra- ¿Cómo va ese guiso?
– ¡Fabuloso!- mintió doña Zorra.
Doña Zorra tenía un plan: entró en la cocina y llamó a su marido.
– Necesito que afiles estos cuchillos para que corten bien– le dijo. Y mientras don Zorro comenzó a afilar los cuchillos, ella fue a hablar con el señor Tigre.
– Mire, señor Tigre, tengo algo que contarle, y se lo voy a decir porque le aprecio… Mi marido últimamente tiene unas manías muy raras. Ahora está empeñado en comerse una de sus orejas, porque dice que así le dará mucha fuerza. Ahí anda en la cocina, afilando los cuchillos…
– ¿Una de mis orejas? - protestó muy alarmado el Tigre. Y mirando de reojo a la cocina, vio a don Zorro afilando dos cuchillos. Le entró un miedo atroz y salió corriendo sin decir más.
Entonces, doña Zorra gritó:
– ¡Corre, Zorro, corre, ¡que el señor Tigre se ha llevado la gallina!
Y don Zorro salió corriendo, con los cuchillos en las manos, mientras el señor Tigre corría despavorido. Al ver que don Zorro le perseguía con los cuchillos en las manos, corrió más aún.
– ¡¡Vuelve, Tigre!!- gritaba don Zorro- ¡¡No me dejes sin ella, que debe estar deliciosa!!
La astuta Zorra, mientras, sonreía, con la barriga bien llena.
Reflexiones.
Esta fábula nos hace pensar sobre:
- Por qué, a veces, nos metemos sin querer en problemas.
- Por qué es tan importante la astucia para resolverlos de forman inteligente.
La astucia es esencial a la hora de resolver problemas, y ésta se logra pensando bien con la cabeza y no dejándose llevar por los impulsos, las emociones o los pensamientos negativos. Las emociones, en momentos determinados, nos llevan a tomar caminos equivocados, que pueden ser decisivos. Por eso, con la cabeza fría, se piensa con inteligencia y se llega a decisiones astutas, que nos ayudan a conseguir el objetivo.
El miedo también impide pensar y encontrar una solución de forma inteligente y puede ser un obstáculo para solucionar problemas, si éste nos paraliza, o nos lleva a tomar una decisión equivocada.
«Busca con inteligencia la solución a un problema antes de rendirte».
¡Feliz día!