Ir al contenido principal

El problema. Para leer

 Cuentos para leer II.

Un gran maestro y un guardián compartían la administración de un monasterio zen. 

Cierto día el guardián murió y había que sustituirlo.

El gran maestro reunió a todos sus discípulos, para escoger a quien tendría ese honor. Voy a presentarles un problema -dijo-. Aquel que lo resuelva primero será el nuevo guardián del templo.

Trajo al centro de la sala un banco, puso sobre este un enorme y hermoso florero de porcelana con una hermosa rosa roja y señaló: «Este es el problema».

Los discípulos contemplaban perplejos lo que veían: los diseños sofisticados y raros de la porcelana, la frescura y elegancia de la flor… ¿Qué representaba aquello? ¿Qué hacer? ¿Cuál era el enigma? Todos estaban paralizados.

Después de algunos minutos, un alumno se levanto, miró al maestro y a los demás discípulos, caminó hacia el vaso con determinación, lo retiró del banco y lo puso en el suelo.

«Usted es el nuevo guardián -le dijo el gran maestro, y explicó-: Yo fui muy claro, les dije que estaban delante de un problema. No importa qué tan bellos y fascinantes sean, los problemas tienen que ser resueltos.

Puede tratarse de un vaso de porcelana muy raro, un bello amor que ya no tiene sentido, un camino que debemos abandonar pero que insistimos en recorrer porque nos trae comodidades. 

Sólo existe una forma de lidiar con los problemas: afrontarlos. En esos momentos no podemos tener piedad, ni dejarnos tentar por el lado fascinante que cualquier conflicto lleva consigo».

Reflexiones.

Esta fabula nos hace pensar sobre:

La mayoría de discípulos no era capaz de ver que el jarrón en sí era el problema. Intentaban adivinar qué podría significar. Era tan hermoso que… ¿cómo podría ser en sí un problema? El único monje capaz de no dejarse llevar por los miles de pensamientos que surgían, el único que fue capaz de simplificarlo todo, vio que el jarrón, en sí, era el problema y que como tal había que destruirlo. El problema es que, muchas veces, no sabemos ver el problema. 

Las apariencias no nos dejan ver el problema, ni las apariencias ni los pensamientos complejos; por lo que ante un problema, debemos simplificar y desprendernos de todas las apariencias para comprobar cuál es el problema exacto. Solo así podremos librarnos de él.

Debemos desprendernos de los problemas para seguir adelante. Muchas veces tendemos a acumular en nuestro interior problemas sin resolver y sentimientos negativos que lo único que hacen es ‘enmarañarlo’ todo e impedir que podamos dejar espacio para lo que realmente necesitamos. Si no acabamos con ellos, terminarán ocupando todo nuestro corazón. Rencores, dolor, miedos... son como ese hermoso jarrón con la flor amarilla. ¿Para qué sirve? 

Acabar con todo lo que no nos sea útil: los jarrones de lindas flores son hermosos, sí, y alegran la vista. Pero, ¿qué más nos aportan? Todo lo que no nos aporte nada, debe desaparecer de nuestra vida, aunque en un pasado fuera importante. La idea es quedarnos únicamente con aquello que nos enriquece de alguna forma y eliminar aquello que no nos aporta nada o que forma parte de nuestro pasado.

‘No importa cómo sea el problema. Lo que importa es acabar con él’.

¡Feliz día!

ENTRADAS POPULARES

El sufrimiento. Para leer

Cuentos para leer IV. Una mujer viuda tenía un hijo al que adoraba. Era feliz, hasta que su hijo enfermó y murió. El dolor la atravesó entonces de parte a parte. Y, como era incapaz de separarse de su hijo, en lugar de enterrarlo, lo llevaba con ella a todas partes, ante la inquieta mirada de sus vecinos, que la miraban con una mezcla de lástima y extrañeza. – Se ha vuelto loca- decían muchos… Un día, la mujer se enteró de que el gran Maestro estaba cerca, en el bosque, y decidió acudir allí con su hijo a cuestas. – Por favor, Maestro- dijo entre sollozos la mujer- Devuelve la vida a mi hijo. El Maestro la miró compasivo y dijo: – Le devolveré la vida si consigues traer un grano de arroz, de una vivienda en donde no haya muerto nadie. La mujer se fue deprisa al pueblo y fue llamando casa por casa en busca de ese grano de arroz. Pero, para su sorpresa, todas las familias recordaban a algún fallecido. – Murió mi tío… – Hace poco que murió mi padre… Ya de noche, la mujer volvió al bosque

Cuentos narrados I

Presentación interactiva. Esta es una presentación interactiva realizada con Genially en la que podrás encontrar una selección de ocho cuentos narrados, si los escuchas tranquilamente te harán pensar y reflexionar.

Cuentos para leer I

En formato pdf. Pulsa en la imagen para leer los cuentos y relatos cortos que se indican.