Cuentos narrados III-A
Esta antigua fábula africana nos advierte de que antes de ayudar al otro, debemos ser muy conscientes de su problema real. Para ello, podemos observar, pero también preguntar y ahondar en el problema.
Cada cual tiene una serie de capacidades y una serie de necesidades diferentes a las nuestras. No intentes mirar al otro con el mismo prisma que te miras a ti mismo. Antes de ayudar, debemos utilizar la empatía, el sentido común y ponernos en la piel del otro, conocer su realidad y sus necesidades.