Cuentos narrados III-A
Esta fábula nos ayuda a reflexionar sobre la ansiedad, los nervios y la negatividad que nos lleva al caos y al desconcierto.
En momentos de ansiedad y confusión, debemos esperar: Cuando los nervios y el estrés nos llevan a un episodio de ansiedad, nuestra mente se nubla y de pronto nos sentimos gobernardos por las emociones, los impulsos, la locura. Es un círculo vicioso, del que no sabemos escapar. El corazón se desboca y somos incapaces de ver nada con claridad.
La única solución es armarse de paciencia, parar y esperar. Sin más. Entonces, conseguiremos de nuevo la calma y podremos pensar con más claridad.