Cuentos para leer VIII-A.
Erase una vez un rey que se dispuso a viajar a través del desierto para ir a conocer a la que iba a ser su esposa. Para ello ordenó una larga caravana de camellos.
Después de varias semanas de viaje llegaron a un oasis y decidieron pasar allí la noche.
Estaban todos muy cansados, así que el rey mando atar a los camellos para que descasaran durante toda la noche y emprender al día siguiente de nuevo el viaje.
Los conductores y camellos estaban agotados y con ganas de dormir, pero cuando llegó el momento de atar a los animales, se dieron cuenta de que faltaba un poste.
Todos los camellos estaban debidamente atados excepto uno. Nadie quería pasar la noche en vela vigilando al animal, pero a la vez, tampoco querían perder el camello, ya que todos ellos eran necesarios para continuar con el viaje.
Después de mucho pensar, uno de los hombres tuvo una gran idea. Fue hasta el camello, cogió las riendas y realizó todos los movimientos como si atara el animal a un poste imaginario. Después, el camello se sentó, convencido de que estaba fuertemente sujeto y todos se fueron a descansar.
A la mañana siguiente, desataron a los camellos y los prepararon para continuar el viaje. Pero el camello que no contaba con un poste, sin embargo, no quería ponerse en pie. Los conductores tiraron de él, pero el animal no quería moverse.
Finalmente, uno de los hombres entendió el porqué de la obstinación del camello. Se puso de pie delante del poste de amarre imaginario y realizó todos los movimientos con que normalmente desataba la cuerda para soltar al animal.
Inmediatamente después, el camello se puso en pie sin la menor vacilación, creyendo que ya estaba libre.
Reflexiones.
Este cuento ilustra de que forma los límites no los impone la realidad, sino nuestras propias creencias. Somos como el camello, atados sin cuerda a nuestra mente.
Hay muchas personas que viven atada s a una forma de percibir el mundo, solo con los ojos que nos enseñaron nuestros padres o el entorno mas cercano que nos rodea, pero debemos ir aceptando los cambios que se dan a través del tiempo, para poder ver, con otros ojos lo que tenemos frente a nosotros; las cosas son las mismas, pero solo basta observarlas bien para darnos cuenta de que son diferentes.
Tenemos que aprender a aceptar y soltar. Las creencias limitantes son obstáculos que, a menudo, nos impiden crecer como personas y alcanzar nuestras máximas capacidades.
¡Observas y cuestiónalas!
¡Feliz día!