Cuentos narrados VIII
Las reflexiones que no ofrece esta fábula es que está claro que ante un problema, deberíamos pensar muy bien antes de dar un paso en falso. De hecho, un error puede provocar la pérdida definitiva de lo que buscábamos.
Esta metáfora de la pérdida de la espada se puede contemplar de muchas formas diferentes. Una de ellas es acerca de la impulsividad que nos lleva muchas veces a cometer errores irreparables. El hombre que perdió su espada, no pensó lo suficiente, se dejó llevar por un primer impulso que se dijo: – ‘Haz una marca en la barca y listo’. Pero si hubiera pensado con detenimiento, se hubiera dado cuenta de que la barca iba a ponerse en movimiento, y que esa maca no le iba a servir de nada.
«Si quieres recuperar algo, no dejes pasar el tiempo. No te alejes. Si los haces, puede que ya no encuentres lo que buscas».